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lunes, 25 de octubre de 2010

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Sí, aclarar no es sortear, ni callar,
negar similar a posponer, pero, no afirmar,
actuar no es pensar, o el ser inmutar,
andar tampoco estático estar, u parar,
se supone al desconocer la certeza,
causa negativa afecta la positiva, sino, es neutra,
y, viceversa es, girar al principio e pausar por final.

Imaginar un anverso, canto real, o el reverso virtual,
de lo que no posea, ni detenta, sea lo cual carezca,
la conciencia aprenda, si el intelecto enseña, por memoria cognitiva,
de no ser, su alma ignora, al ocultar parezca, opuesto a demostrar existencia,
lo que es a leguas, jamás se insinua, nunca se omita,
si olvida la verdad, inspirar a inventar, o recuerda la mentira,
y sea el exceso excepcional, la mitad consensual, y la falta por norma.

Así lo obtenga al labrar, se procesa al descansar, no se pretenda con pereza,
porque robar es pecar, sustentar sin dudar, arrogar la pulcra pertenencia,
a cada cual si acierta, algunos por azar, a ninguno cuando yerra,
si debilita es porque pesa, o refuerza al balancear, empodera la liviandad,
la cosa justa es relativa, la equitativa será restrictiva, nada irracional fue absoluta,
se objeta por mortal, censura lo atemporal, a lugar por eterna,
aprueba el total, si rehusa la cuenta, se opone la lógica.

Que pauta lo racional, equilibra la consistencia, desregula la incoherencia,
su piedad sea blanda, caridad estricta, al desobediente castigo con dureza,
la maldad paga si daña, su indiferencia repara amenazas, benévola si cuida y lega,
evita la abundancia vacía, la falta tópate a medias, acude en necesidad plena,
a la vida solitaria, una subsistencia huraña, o la social convivencia,
con ciencia metódica, dentro de metafísica ontológica, para la religión mágica,
ilegal contra lo que se dicta, paralegal en Ley interpuesta, o según imponga la cosmología jurídica.

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