Advertencia de contenido:
¿Sabes? he comprendido,
que jamás serás sustituido,
también intuido,
que eres desconocido,
para aquellos sometidos,
al libre escrutinio publico...
y otros mal informados,
no los voy dejando,
si bien se están acercando.
Asimismo he advertido,
entre todos mis sentidos,
que has constituido,
mi territorio preciado,
patrimonio valuado,
como poseido y valido,
por tu voluntad aprehendido,
verdadero hasta el credo,
que de ti habrán escribido,
tantos fanáticos queridos.
Advertir es un comienzo lerdo,
con la finalidad de un acabado,
al mismo cielo parecido,
que tu amor sigue aumentando,
con el paso de los tiempos...
crudo es mi tormento apasionado,
por cada uno de tus besos,
similar a esclavo muy ocupado...
con la magnitud de tus silencios,
que me elevan al recuerdo.
Sin sugerencia la advertencia he dirimido,
en plazas, o mercados,
en cada comercio y juzgados...
para entender éste entuerto,
me trae loco por muerto,
como escombro acelerado,
casi de su querer sonambulo,
que no pega un sólo párpado,
desde que ha llegado,
a convertirme en su obseso.
Entonces, advertido quedamos cuando...
mi amado pasajero ha culminado...
como el propietario, y obligado,
a seguirme torturando...
con un día de su presencia privado,
con esa conexión he adorado,
la máxima experiencia ha resultado,
lo positivo de cara al fondo...
de dicho asunto he mantenido...
mi pleno juicio y me contradigo.
Advertir que presto de transito, ha escalado,
ahora mismo transcendido,
de mi humor amargado,
al punto más azucarado,
tierno, dichoso y agraciado,
de mis sentimientos extendidos,
queda entendido he dilatado,
en pedirle cariño y haber logrado,
ser complemento del verbo casado,
que tengas la vida relindo, mi amado.
