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jueves, 23 de septiembre de 2010

Sin saber que hacer

Sin saber qué hacer, con un obstaculo infranqueable me encontré, ¿Será que yerré? Y de nada vale, por causa de un desajuste o defecto del ser, desperfecto tal vez en el dispositivo correspondiente, equívoco en mi buena fe, acción del objeto que afecte lo esencial de él, anula el acto jurídico por Ley, su función tiene un vicio en la voluntada de las partes, expresamente sostenido por éste, cuyo requisito no tiene validez, por impertinencia pués, simple fenómeno ejercido por imprudente, quizá motivado a conducta negligente, que no le sincroniza el quehacer.

Ésta tarea ha de hacerse, no por aquel que en su yerro peque, tampoco por quien esté barriendo el tapete, menos por ese que ignore cual es su papel, o lo ejecuta bien o padece, la falta, el engaño parece, la peor estupidez, ecuación a resolver, por enigma que se cuente, el saldo es vinculante, para quien espere paciente, conocer si fruto ha de merecer, en su desbarajuste o mala costumbre, lista de deberes pendientes, que incite frecuentemente a entender, que quien habite y ensaye trabajos escolares, sea libre de disponer el camino recorrer, bajo parámetros normales.

En caso de que cualquier... individuo o sujeto acción le vaya a interponer, por culpa de su talante, a remiendo que ni el vacio enmiende, hace que el vicio en el error, sea ciclo dependiente, ni que sea muy hábil o valiente, cuando su obrar se compromete, nunca ningún parche de ahí le saque, ninguna institución no se lo deniege, siempre se lo desapruebe, por riesgos multiples y probables complicaciones, ni que fabrique ilusiones, o haga milagros ingentes, seguirá siendo de las necias gentes, que jamás algo acabe como debe.

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