Al término paraíso se contrapone a lo infernal,
pero, para el mismo alcanzar,
es necesario por el purgatorio pasar,
lo que estuvo una vez bajo lo terrenal,
estará algún día en el limbo celestial,
en el averno el yerro, ignorancia en la orla,
la justicia en el samsara,
crimen, la mentira por encima de narakas.
El orígen de la materia en la Providencia,
el fin de todo objeto satánico será,
de acuerdo a cómo la tarea realizar,
y la energía a aplicar por su humanidad;
la ficción virtual se opone a la naturaleza,
que es tan cierta como el pecado animal,
sin valores, ni validez intelectual,
oprobio que envenena lo corporal.
¿Y ahora? ¿Cómo empezar?
Si no existío, en nada va a acabar,
no tengo forma de encontrar,
la magía que se estanca,
entre cada usanza de mi vida,
¿Cuándo hallaré la verdad?
Si me inspira no va a expirar,
sí he buscado ésto solucionar,
Sin embargo, continuo tan lejos está,
la cualidad que me debo topar,
¿A dónde mi cuerpo irá a parar?
Cada vez, tiempo pasa y no me tocas,
trato en rato de contratar,
con la suerte, el chance, al menos el azar,
para tu conciencia lograr,
incremento mis miedos, disminuye mi calma,
aumentan las ganas de no fallar,
se pierde lo que no te puedo dar,
intentos que pasan, se ocultan,
palabras no paran de botar,
obsoleto me siento sin exagerar,
impotente ni sé qué me frustra más
¿Y ahora? Al seguir me pára continuar,
entrabado entre mi letra y la falta,
no sé comentar mi última idea,
a distancia, no se detenga hasta chocar,
tenga por piel una cesta,
donde la basura vaya a depositar,
toda la arrojada y por lanzar,
por éste que amarle detesta,
extrañar lo que no se puede detentar,
es como olvidar respirar,
exacerbar las ganas de sed saciar,
con algo que ni puede hidratar,
tampoco encajo como sacar,
lo que se pesquisa hasta la meta,
menos descubro su modo de ingresar,
entre cosas sin similar,
todo parece igual al punto de sal,
cálculo sabe la masa probar,
antes del pan preparar,
mesuro si ignora la cualidad,
o lleva con propiedad la cuenta,
entre haberes y sobras,
necesidad y deuda por pagar.
¿Y ahora? ¿Cómo ser humano optar?
Entre hacer el bien, indiferente ser, u obrar mal,
una libre elección que debe tomar,
saber decidir es facultad de indagar,
qué le beneficia, qué efecto producirá,
la esencia de las cosas es dar utilidad,
porque la herramienta incorrecta,
también consecuencia genera,
y el utensilio habitual podrá cambiar,
su forma, modo, y manera,
de accionar en la realidad,
o de cuidado si perdida será,
su ejecución sin causa, ni provoca,
tampoco transforma toda la circunstancia,
si nadie las aprovecha,
o alguien en le recolección yerra,
u ninguno disponerlas quiera,
por tanto, es mejor disfrutar,
que sufrir de su ausencia,
vale más si se ajusta,
a eso que no da verguenza,
sino, es una virtud muy bella,
y albricia la carencia de verdad.
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